En 2020, Studio Ghibli sorprendió a sus seguidores con Earwig y la bruja, su primera película completamente animada en CGI. Dirigida por Goro Miyazaki, hijo de Hayao Miyazaki, esta adaptación de la novela de Diana Wynne Jones representó un experimento arriesgado para el estudio, conocido por su detallada animación tradicional.
La historia sigue a Earwig, una niña huérfana que es adoptada por una bruja llamada Bella Yaga y su misterioso compañero Mandrágora. A diferencia de las típicas protagonistas de Ghibli, Earwig es astuta y manipuladora, usando su ingenio para sacar provecho de la situación en lugar de dejarse llevar por la adversidad.
El mayor cambio respecto a otras producciones del estudio fue el uso del CGI en lugar de la animación dibujada a mano. Si bien esta decisión generó expectativas, la película recibió críticas mixtas. Algunos apreciaron su intento de modernizar el estilo de Ghibli, mientras que otros señalaron que la animación carecía de la calidez y el nivel de detalle característico del estudio.
A nivel narrativo, Earwig y la bruja también dividió opiniones. La historia es más ligera y deja varios puntos sin resolver, lo que hizo que algunos espectadores la sintieran inconclusa. Sin embargo, su enfoque fresco y su protagonista carismática la convierten en una propuesta interesante dentro del catálogo de Ghibli.
A pesar de la controversia, Earwig y la bruja marca un hito en la evolución del estudio, mostrando su disposición a explorar nuevas técnicas sin dejar de lado la esencia mágica que lo define.
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