El recuerdo de Marnie (Omoide no Marnie, 2014) es una de las películas más emotivas y visualmente hermosas de Studio Ghibli. Dirigida por Hiromasa Yonebayashi, esta adaptación de la novela británica de Joan G. Robinson marcó un punto de inflexión en la historia del estudio, ya que fue la última película producida antes de su pausa temporal en la animación.
La historia sigue a Anna, una niña solitaria con problemas de autoestima que es enviada a un pueblo costero para mejorar su salud. Allí, descubre una mansión abandonada y conoce a Marnie, una misteriosa niña de cabello rubio con la que forma una conexión especial. A medida que avanza la historia, se revelan secretos sobre la identidad de Marnie y la relación entre ambas, en un relato melancólico sobre la familia, la amistad y la autoaceptación.
Visualmente, la película destaca por su impresionante animación de paisajes, con cielos vastos, reflejos en el agua y escenarios que transmiten una sensación de nostalgia y ensueño. La atmósfera casi fantasmal de la historia se refuerza con una música delicada y un ritmo pausado, que envuelven al espectador en la intimidad de los sentimientos de Anna.
Aunque no tuvo el mismo impacto que otras películas de Ghibli, El recuerdo de Marnie es una obra profundamente conmovedora que aborda la soledad y la búsqueda de identidad con gran sensibilidad. Además, representó el cierre de una era para el estudio antes de su regreso con El niño y la garza, consolidando su lugar como una de las historias más subestimadas de Ghibli.
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